La cuarta doctrina del adventismo tiene que ver con la Iglesia, y no con el edificio que tiene ese nombre, sino la misión de esta y algunos estatutos importantes como el Bautismo o la Cena del Señor. Además se analizan los dones que nos otorga Dios, que no son los que nos vuelven locos, sino los concedidos para el avance de la obra de nuestro Señor otorgados por el verdadero poder del Espíritu Santo.
Es la más robusta de las doctrinas, ya que contiene ocho Creencias Fundamentales.
- Crecimiento en Cristo: Por amor a nuestro Señor Jesús y su sacrificio, nosotros buscamos crecer en Él, imitar su carácter, creer en su Palabra. Así aprendemos a conocerlo, a amarlo, a darle un significado real y profundo de lo que hizo. Un verdadero creyente buscará caminar con Él en su paz, gozo y amor. Mateo 20.25 al 28 -Hebreos 10.25 – 1 de Pedro 3.28.
- La Iglesia: Esta es la comunidad de personas que creen y confían en Jesús, como la continuación de los apóstoles y del antiguo pueblo de Israel. Aquí se nos exhorta a reunirnos como hermanos en la Fe a adorar, alabar, aprender, conversar con otros, apoyar y vivir en comunión con un solo sentir, el amor de Dios en nuestros corazones. Sin envidias, pleitos o conflictos, sino unos en amor pidiendo el derramamiento del la lluvia tardía (Espíritu Santo, como en Hechos 2).
- El remanente y su misión: En cada momento de la historia terrenal los creyentes en Cristo siempre han existido. Adán, Eva, Enoc, Noé, Abraham, Moisés, Israel, Daniel, los apóstoles, los mártires en coliseos romanos, los valdenses y así… En el último tiempo también estará un grupo de fieles, que no se inclinen ante Baal, estos deben testificar de nuestro Señor Jesús. La misión es una, dar a conocer las ‘Buenas Nuevas’ de Salvación a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Ver Daniel 7.9 al 14 – Mateo 28.19 al 20 – Apocalipsis 12.17.
- Unidad en el Cuerpo de Cristo: Este cuerpo está formado por personas de diferentes lados del globo. Juntos, como se explicó en la creencia de la Iglesia, debemos ser uno. No importa tu raza o tu sexo, para que hablar de eso. Nada debe hacer división entre los hijos de Dios. Ver Salmos 133.1 – Gálatas 3.27 al 29 – Colosenses 3.10 al 15.
- El Bautismo: ¿Qué es? Es el rito en el cuál aceptamos a Cristo y sus doctrinas como parte de nuestra vida. Consta de que un ministro de Dios nos sumerja en las aguas bautismales. Por medio de esto nacemos de nuevo, morimos al viejo hombre y lo dejamos en el agua y salimos renovados con Dios en el corazón. No significa que no habrán pruebas, ni que fracasaremos, sino que ahora enfrentaremos la vida con nuestro Salvador. Ver Juan 3.1 al 15 – Hechos 2.38 – Gálatas 3.27.
- La Cena del Señor: Esta celebración se realiza en memoria de Cristo y su última cena con los discípulos. En esta se recordó simbólicamente el cuerpo de Jesús y su sangre. Actualmente se realiza en la iglesia posterior al lavamiento de pies, el rito de humildad que nos enseño Cristo, luego pasamos al pan y al jugo de la vid. Con estos elementos más con un corazón contrito y arrepentido, renovamos nuestro pacto con el Señor. Ver Mateo 26.17 al 30 – 1 de Corintios 11.23 al 30 – Apocalipsis 3.20
- Los Dones y Ministerios Espirituales: Creemos que cada uno tiene un don otorgado por Dios y debemos utilizarlo para su servicio. Algunos tienen el talento de la música, el canto, la organización, ayudar, cocinar, dirigir, ser serviciales, amables, la profecía, la sanación, etc, estos debemos entregarlos a nuestro creador y el hará maravillas con nosotros y nuestros dones. Ver Hechos 6.1 al 7 – 1 de Corintios 12.28 al 31 – Efesios 4.8.
- El Don de Profecía: La Santa Palabra de Dios da testimonio de uno de los dones más esenciales en el cristianismo, como lo es la profecía. Se aprecia a lo largo de toda la Biblia con los profetas y en especial Daniel y Juan, escritores de textos centrales acerca del fin de los tiempos. También hay evidencia bíblica que respalda a Ellen Gould Harmond de White como profetiza de la Iglesia Adventista y se debe apreciar esta luz como menor ante la luz mayor, que es la Biblia. Ver Joel 2.28 al 29 – Hechos 2.14 al 21 – Apocalipsis 10.
