«¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? (…)» Robert Cull tenía una gran preocupación luego de predicar a un grupo de jóvenes pero luego recibir el rechazo, pues «¿cómo puede llegar Dios a un grupo de personas que cierran sus ojos y oídos a Él?».
Frustrado e incluso sintiéndose inútil, Robert elevó una oración a Dios para buscar ánimo y respuesta a su caso. Las promesas de Dios no faltaron, e impresionó el corazón de Robert, «una canción» esa era la respuesta.
Desde 1976 el himno «Abre mis ojos» ha llegado muchos corazones que buscan a Dios.
En el himnario adventista lo puedes encontrar como el himno n°30. Permite que Dios abra tus ojos para contemplar el gran amor que tiene por ti y quienes te rodean ❤️.