¿Qué sería de nosotros sin el sacrificio de Jesús? Una vida pasajera, en un mundo pasajero. No hay mucho sentido… Pero con la muerte de Él podemos aspirar a algo mucho más hermoso…
Antes de entrar al tema central, los Bereanos se dedicaron a estudiar el libro ‘Todo miembro involucrado’ del Pastor Alejandro Bullón. Entraron al capítulo dos y observaron de que Cristo debe ser una necesidad espiritual en nuestras vidas. Como se debe comer y beber para un buen desarrollo del cuerpo, así también debemos depender de Jesús en nuestra vida. Además esta parte del capítulo destacaba a dos grupos que se encontrarían en le final de los días, los salvos y los que implorarán la muerte antes de ver al Hijo de Dios.
Con esta última idea saltamos al tema central. La salvación es parte esencial de la Biblia, pero ¿Cómo se logra esta si la paga del pecado es la muerte según las Sagradas Escrituras? La única manera, el único modo, era con muerte, pero no de cualquiera, era necesaria la sangre del Cordero puro e inmaculado, Jesús.
Juan 3.16 nos dice: ‘De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, más tenga vida eterna’. La novena Creencia Fundamental del Adventismo lleva por título ‘Vida, muerte y resurrección de Cristo’ y toca este tema a profundidad. Como adventistas debemos creer en esto por Fe y confiar en qué pasó, en qué Jesús ganó y en que solo debemos aceptar este regalo para vivir eternamente con Él. No hay que cumplir condiciones, solo amar a Jesús y recibir este obsequio.
