“… el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Ap. 12:12) fueron las palabras del apóstol Juan hace más de 2000 años atrás. Sin embargo, es ahora que cobra mayor relevancia e importancia. Vivimos en un momento crucial donde una lucha espiritual embarga la existencia humana.
Satanás intenta de todas formas alejarnos de la verdad de Dios. Para esto, él instaura la duda en los mismos cristianos, también se preocupa de que aquellos que necesitan escuchar el mensaje el sábado en la iglesia sean distraídos para que este plan divino se pueda llevar a cabo. Instaura falsos maestros dentro de la iglesia para enseñar una doctrina falsa y errónea.
En este último tiempo también el enemigo se ha empecinado en crear un falso conocimiento mediante el ateísmo y sus ramas. La discusión entre el evolucionismo y el creacionismo cobra sentido en el conflicto entre la verdad bíblica y la ciencia, siendo esta última interpuesta de mayor manera sobre la otra.
En este capítulo podemos ver que cada vez que intentamos hacer algo sin la dirección de Dios podemos llegar a una conclusión muy errada. Muchos estudian la biblia con el propósito de encontrarle un error, otros escuchan sermones y/o predican para crear un espíritu de distención y separación. El ejemplo más grande de conclusiones erradas fueron las que instauro el sistema católico durante la edad media, utilizando solo textos bíblicos a conveniencia propia y cambiándole el verdadero sentido a esto.
Sin embargo, Dios nos invita a escudriñar más profundamente las escrituras, y, siempre hacerlo bajo su dirección. Es en este último tiempo que la verdad divina debe ser exaltada y proclamada con gran voz. Querido lector, a través de este capítulo podrás encontrar mayor información sobre el plan satánico para este último tiempo, y también ver como Dios guía a sus hijos para que no se dejen contaminar por estos planes…
