Imagina que estás en tu casa conversando con un gran amigo que no comparte tu fe, le dices que en esa habitación además de ustedes esta tu ángel y también él suyo. Te mira sorprendido “¿Ángeles?”
El capítulo 32 de este maravilloso libro profundiza nuestro conocimiento respecto a los mensajeros celestiales. El texto comienza señalando que en el último tiempo ha habido una tendencia a no creer en la existencia de los ángeles, pero si a asegurar que familiares y amigos ya fallecidos se presentan a sus seres queridos. ¿Cuál es la verdad bíblica respecto a este tema?
La biblia asegura que los ángeles existen antes que la humanidad (Job 38:7) y que estos cumplen un rol activo en la historia de los seres humanos (Hebreos 12:22 y Mateo 28:3-4). Se asegura incluso que cada persona tiene su ángel de la guarda y que estos tienen por misión terrenal ministrar a favor del pueblo de Dios.
La biblia está llena de promesas de protección, sostén y cuidado de quienes ponen su vida en armonía con la voluntad divina y Dios ha señalado de forma clara quienes son los encargados de asegurar tales tareas; “El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmos 34:7).
De la misma forma en que los ángeles que están en la presencia de Dios ministran en favor de su creación también es evidente el trabajo de aquellos ángeles que están enemistados con él. Conocidos como espíritus malos o demonios estos tienen similar origen a los ángeles encargados de servir a Dios, pero estos se han corrompido y han seguido el engaño de satanás (Apocalipsis 12:3-4).
En el texto se nos muestran características distintivas que debemos conocer acerca de los demonios. Mencionaremos dos; en primer lugar se encargar de someter a los hombres aprovechando cualquier oportunidad que estos les den para tomar el control de su vida, en segundo lugar cuando escuchan el mandato de Dios huyen en el acto. Estas dos características son centrales y se presentan de forma clara en el relato del endemoniado de Gadareno, encontrada en Marcos capítulo 5.
El relato de Marcos es esclarecedor en esta materia, especialmente sabiendo que Marcos se encarga de hablar de aquellas cosas de la vida que causan temor al ser humano, una de ellas perder el control de la voluntad. Los demonios atormentaban a este hombre Gadareno pero ante la sola indicación de Cristo huyeron sin ofrecer resistencia. Jesús permite que estos entren en los cerdos que se lanzan a las agua para morir, lo que causa la indignación de los dueños de estos animales. En esta escena no solamente vemos como los ángeles de las tinieblas posesionan la voluntad total del ser humano provocado que pierda la razón, también vemos como provocan de forma indirecta el amor a las tinieblas, el preferir el dinero proveniente del lucro de los cerdos antes que la libertad y salvación de prójimo.
El ser humano está acostumbrado a guardar bajo candado su hogar y aquellas cosas que más ama, pero ¿pone la misma protección para su alma? Te invito hoy a guardar tu corazón en las manos de Aquel que todo lo puede y confiar en la protección de sus fieles colaboradores, ellos acamparan a tu alrededor y te defenderán.