«Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.»
(Génesis 40:23)
Finalizando el día, Jorge había entregado más de 15 currículum vitae en diferentes instituciones, asistido a 7 entrevistas y había pedido más de 10 solicitudes a sus contactos, mas no tuvo respuesta concreta de trabajo.
Ana hace 5 meses que llevaba solicitando su pensión de invalidez, hace más de un año había perdido trabajo por perder el control de sus extremidades a causa de reiterados accidentes vasculares. En las reuniones con administración le habían prometido solución ¡Hace 2 meses atrás!
Luego de 4 meses de trabajar en el extranjero, Gabriela tenía altas expectativas de encontrarse con su novio. El último mes no habían podido comunicarse a causa de los conflictos internos del país, pero el lugar, día y hora de reunión ya había sido fijado. Al momento de llegar, no encontró a su novio, luego de reiteradas llamadas y mensajes… No tuvo ninguna respuesta.
Es amargo esperar una respuesta luego de intentar y trabajar por una solución. Para algunos, quizás es mejor obtener inmediatamente una respuesta negativa en vez de estar en la incertidumbre.
José había sido llevado como esclavo a Egipto a causa de sus propios hermanos, pero incluso en esa situación Dios le había prosperado como mayordomo en la casa de Potifar. A causa de su fe en Dios y el diligente trabajo que hacia, Potifar confío plenamente en él. Parecía que la vida le daba una sonrisa y que en tierra extranjera podría ser feliz. Pero lamentablemente, se le otorgó una acusación injusta y a causa de ello su destino fue la cárcel.
Allí, José tuvo la posibilidad de conocer a 2 personas y utilizando el don que le otorgó Dios, la interpretación de sueños, pudo brindar solución a los enigmas del copero y panadero del rey. El copero, aquel que fue provisto de alegría por la interpretación y cumplimiento del sueño, aquel que fue ayudado por José y que posteriormente fue restituido en su importante posición dejó en olvido a la persona que le brindo esperanza cuando su mente estuvo turbada.
Quizás hoy sientas injusticia y necesites ayuda. Quizás has golpeado muchas puertas, llamado a muchos números y hablado con muchas personas en busca de solución y justicia, mas sin ningún resultado satisfactorio. Incluso puedes sentir que una vez que tengas aquella respuesta puedas ser de mucha utilidad y de bien a tu alrededor, tu familia, amigos y sociedad. ¿Te sientes abandonado? ¿cansado de esperar? ¿te sientes… solo?
El versículo inicial menciona que José fue olvidado por la persona que pudo brindarle más ayuda, pero ¡alto! ¿Quién le brindó el don de interpretación de sueños aun en las peores circunstancias? Dios.
Algunas veces nos concentramos tanto en aquella respuesta que olvidamos las otras cosas que pasan a nuestro alrededor. Dios a través del uso de este don le brindó la seguridad que aun en la cárcel, Él iba a estar con José.
Hoy te invito a no desesperar. Esa respuesta que tanto necesitas llegará, confía en Dios pues Él está al control de tus tiempos y planes, si es que tú se lo permites. Utiliza los talentos que Él te ha dado para ayudar a los demás, crece y sigue aprendiendo pues a su debido tiempo llegará la solución.
Recuerda, no estás solo. Dios no se ha olvidado de ti.
