‘’Estas cosas les he dicho para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo. Juan 16:33’’
El sufrimiento es una experiencia de pena, aflicción o dolor que experimentamos los humanos, por lo general entendemos que este es contrario a la felicidad, pero como bien sabemos en este mundo el dolor es inherente a nuestra condición de pecado, por lo que es imposible tratar de evitarlo, nuestro deber como cristianos es más bien el de comprenderlo.
Algo así es fácil de decir, pero en los momentos de aflicción es muy difícil detenerse a meditar sobre el sentido de lo que sucede y por lo general nos cegamos, actuamos según nuestros criterios e incluso podemos llegar a reclamar a Dios. Mas Jesús mediante las escrituras nos muestra que tiene una visión diferente sobre el dolor, algo que él experimentó en carne propia durante toda su vida por la exclusión, las burlas, el desprecio de sus cercanos, la traición de sus amigos y, por último, lo más doloroso para él, la separación con el Padre.
En Marcos 13 en el contexto en que Jesús advierte a sus discípulos sobre las señales del tiempo del fin, señala que existe un tiempo al que los cristianos llamamos ‘’tiempo de angustia’’ y en Marcos 13:19 dice: ‘’la gente sufrirá muchísimo en estos días. Desde que Dios creó el mundo hasta ahora, la gente nunca ha sufrido tanto como sufrirá ese día, ni jamás volverá a sufrir así’’. Jesús previamente a esta declaración, hablaba sobre que en el tiempo del fin habrá guerras, hambres, terremotos y persecución a los seguidores de Cristo, por lo que se entiende que todo este dolor es ocasionado por estos mismos acontecimientos que convulsionan el mundo, pero en el versículo 7 recalca algo importante y que cambia nuestra visión sobre los eventos finales, Jesús dice: ‘’Ustedes no se asusten si oyen decir que algunos países están en guerra, y que otros países está a punto de pelearse. Es necesario que esto suceda’’.
Si bien aún no estamos en el tiempo de angustia, el cual comenzará para el pueblo de Dios una vez culminada la predicación del mensaje del tercer ángel, es importante que consideremos este acontecimiento para estar preparados, White nos dice que: ‘’Cuando termine el mensaje del tercer ángel, la misericordia divina no intercederá más por los culpables habitantes de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido la lluvia tardía ‘’el refrigerio de la presencia del Señor’’ Hechos 3:19 , y estará preparado para la hora de prueba que le espera. Eventos de los últimos días.
Si bien el tiempo de angustia ocurre en el clímax del conflicto entre el bien y el mal, la antesala a este acontecimiento se cataloga por algunos teólogos como ‘’principio de dolores’’, y si nos ubicamos históricamente podríamos decir que hoy vivimos en esta etapa de la historia de la humanidad. Jesús nos advierte todo lo que ocurrirá, para que cuando que sucedan estas cosas, afrontemos los acontecimientos de manera diferente al resto, ya que nosotros tenemos una esperanza. Hoy en día vemos la situación actual del mundo y para cualquier persona pareciera que vivimos en una situación sin salida, siendo que lo hoy ocurre es solo la antesala a lo que ocurrirá en el futuro; incluso algunos estudiosos, políticos y científicos rozan en la desesperanza con respecto al futuro del mundo, como nos relata Ellen de White ‘’El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan las relaciones que existen entre las naciones. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en víspera de una crisis espectacular’’.La Historia de Profetas y Reyes.
Pero, si nosotros fuimos advertidos por Cristo de que esto ocurriría, ¿Cómo deberíamos reaccionar? Es difícil no fijarnos en los acontecimientos desfavorables que vivimos a diario, pero Jesús tiene un mensaje diferente para nosotros en esta ocasión, para él todos estos acontecimientos son señales de que el reino de Dios está más cerca, por lo que nuestra actitud ante esto debería ser proactiva al prepararnos con mayor comunión y predicar con más fervor el mensaje de salvación de Cristo.
Si estos eventos pueden significar para otros el fin del mundo y de la vida como la conocemos, para nosotros significa el comienzo de la vida que Dios nos ha prometido. Además, gozamos de la bella promesa que Jesús nos dice en Marcos 13:20: ‘’Dios ama a las personas que él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo’’ En este pasaje Jesús nos enseña una gran lección, que el sufrimiento es temporal.
Y por sobre todos los acontecimientos que ocurren o que ocurrirán, nuestra esperanza está en Jesús quien nos ha dicho ‘’Yo he vencido al mundo’’ y en la maravillosa promesa que nos ha hecho en Apocalipsis 21:5 donde nos dice que ‘’Él secará toda lágrima, y la muerte no existirá más. No volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor, porque las primeras cosas pasaron’’